Un milagro eucarístico del siglo XIII fue el origen de la Fiesta del Corpus Christi, que la Iglesia, celebra el jueves siguiente a la Solemnidad de la Santísima Trinidad; aunque en nuestra Diócesis (como en casi toda España), se decidió trasladarla al domingo por una cuestión pastoral.
En esta solemnidad la Iglesia tributa a la Eucaristía un culto público y solemne de adoración, gratitud y amor, siendo la procesión del Corpus Christi una de las más importantes en toda la Iglesia Universal.
El Santo Padre encomendó a Santo Tomás de Aquino la preparación de un oficio litúrgico para la fiesta y la composición de himnos, que se entonan hasta el día de hoy: Tantum Ergo, Lauda Sion.
En Toledo, la fiesta del Corpus Christi, se celebra el jueves.
El Santísimo, procesiona por las calles engalanadas de la ciudad, en la magnífica custodia elaborada por Enrique de Arfe a principios del siglo XVI, el objeto más importante de cuantos se guardan en la Catedral Primada.
Así se marca el día más grandioso en el calendario de la ciudad. La consideración oficial de Fiesta de Interés Turístico Internacional no hace más que confirmar su importancia, reconocida desde hace siglos. Desde el año 1418, el laberíntico urbanismo del casco histórico se convierte en un grandioso escenario, es en sus calles donde se celebra por primera vez en España esta procesión. El Corpus está cuajado en Toledo de historia y tradiciones, arte, espiritualidad y colorido.