martes, 23 de julio de 2024

SANTA MARÍA DE LOS ÁNGELES

Entre la tierra y el cielo,
una escalerilla blanca;
para sostenerla firme,
ángeles suben y bajan.

Y fijando nuestro ascenso,
arriba, tú, Estrella y Ancla.
Nuestro Padre San Francisco
anima nuestra escalada.

Virgen de la vida pura,
alívianos de la carga
alcanzándonos de Dios
el perdón de nuestras faltas.

Madre de los pecadores,
alienta con tu mirada
nuestros pasos vacilantes
hacia Dios, en la esperanza.

Madre–Virgen de Jesús,
Virgen–Madre de las almas,
pues somos hermanos
suyos llévanos a su morada.

Y serás tú bendecida,
y la Trinidad muy Santa
–el Padre, el Hijo, el Espíritu–
por siempre glorificada. Amén.

El 2 de agosto, la Orden Franciscana celebra una de sus fiestas más entrañables: Santa María de los Ángeles o el Perdón de Asís . 
En la pequeña iglesita de la Porciúncula es el corazón de la Madre, la "Virgen hecha iglesia", como Francisco solía invocarla, la que acoge al peregrino. San Francisco sentía un cariño especial por esta pequeña iglesia, que se conserva dentro de la gran basílica de Santa María de los Ángeles, ya que fue una de las iglesias que él se encargó de reparar en los primeros años de su conversión y donde escuchó y meditó el Evangelio de la misión. 
Allí Francisco y sus primeros hermanos pudieron resguardarse casi como en el seno materno, para renovarse espiritualmente y volver a partir llenos de impulso apostólico. 
Allí, la tarde noche del Domingo de Ramos de 1211, recibió a Clara. En ese mismo lugar, por intercesión de la Madre de Dios, Francisco obtuvo para todos un manantial de misericordia en la experiencia del "gran perdón" de Asís . Por último, allí vivió su encuentro con la "hermana muerte". 



lunes, 30 de enero de 2023

FIESTA DE SAN JUAN BOSCO.

Padre y maestro de la juventud, San Juan Bosco, que, dócil a los dones del Espíritu Santo,  legaste a la familia salesiana el tesoro de tu predilección por los pequeños y los pobres, enséñanos a ser cada día para ellos signos y portadores del amor de Dios, cultivando en nuestro ánimo los mismos sentimientos de Cristo Buen Pastor.  Que todos tengamos un corazón bondadoso, constancia en el trabajo, sabiduría en el discernimiento, valor para testimoniar el sentido de Iglesia y generosidad misionera.

Alcánzanos la gracia de ser fieles a la alianza que el Señor ha sellado con nosotros, y haz que, guiado por María, Auxiliadora de los cristianos, recorramos gozosamente con los jóvenes el camino que conduce al Amor.  
Por Jesucristo nuestro Señor.   Amén.



 

miércoles, 7 de julio de 2021

Fiesta en honor a la Virgen del Carmen

 Según la tradición carmelita, el día de Pentecostés, ciertos piadosos varones, que habían seguido el modo  de vida de los Profetas Elías y Eliseo, abrazaron la fe cristiana; siendo ellos los primeros que levantaron un templo a la Virgen María en la cumbre del Monte Carmelo, en el lugar mismo desde donde Elías viera en la nube,  la figura de la  Humildad de la Madre de Dios. 

Estos religiosos se llamaron Hermanos de Santa María del Monte Carmelo, y pasaron a Europa en el siglo XIII, con los Cruzados.

   La devoción a la Virgen del Carmen se propagó rápidamente por  todos los lugares. 
El 16 de julio de 1251 la Virgen entregó el Escapulario a San Simón Stock.
Fieles a la tradición, seguimos celebrando cada año, la fiesta de la Virgen del Monte Carmelo.


Este año con motivo de la Pandemia, la Imagen de la Virgen no procesionará por las calles de nuestro pueblo. 
Que nuestra Madre del Monte Carmelo nos ayude y nos guíe siempre.
"Tengo mil dificultades:
ayúdame.
De los enemigos del alma:
sálvame.
En mis desaciertos:
ilumíname.
En mis dudas y penas:
confórtame.
En mis enfermedades:
fortaléceme.
Cuando me desprecien:
anímame.
En las tentaciones:
defiéndeme.
En horas difíciles:
consuélame.
Con tu corazón maternal:
ámame.
Con tu inmenso poder:
Y en tus brazos al expirar:
recíbeme.
Virgen del Carmen, ruega por nosotros.
Amén."

domingo, 14 de junio de 2020

CORPUS CHRISTI 2020

ESTE AÑO DEBIDO A LA PANDEMIA, CELEBRAMOS UNA FIESTA DEL CORPUS CHRISTI MUY DISTINTA. 
NUESTRO RECUERDO A LAS VÍCTIMAS DEL CORONAVIRUS Y A SUS FAMILIAS.



jueves, 19 de marzo de 2020

ORACIÓN DEL PAPA ANTE LA SITUACIÓN DE EMERGENCIA QUE ESTAMOS VIVIENDO.

Desde aquí quiero agradecer el trabajo y la dedicación de: médicos, enfermeras, auxiliares, limpiadoras, conductores de ambulancias, farmacias,  Policía local y nacional, Guardia Civil, militares, Protección Civil, camioneros, trabajadores en supermercados y pequeños comercios, agricultores, trabajadores de Residencias de Ancianos, y todos  los que estáis en primera fila. 
 GRACIAS POR AYUDARNOS  A SALIR ADELANTE.
Hoy, nuestra oración va  por los enfermos y los difuntos. Por sus familias. Que la Virgen nos proteja. 


“Oh María, tú resplandeces siempre en nuestro camino como signo de salvación y de esperanza.

Nosotros nos confiamos a ti, Salud de los enfermos, que bajo la cruz estuviste asociada al dolor de Jesús, manteniendo firme tu fe.

Tú, Salvación de todos los pueblos, sabes de qué tenemos necesidad y estamos seguros que proveerás, para que, como en Caná de Galilea, pueda volver la alegría y la fiesta después de este momento de prueba.

Ayúdanos, Madre del Divino Amor, a conformarnos a la voluntad del Padre y a hacer lo que nos dirá Jesús, quien ha tomado sobre sí nuestros sufrimientos y ha cargado nuestros dolores para conducirnos, a través de la cruz, a la alegría de la resurrección.

Bajo tu protección buscamos refugio, Santa Madre de Dios. No desprecies nuestras súplicas que estamos en la prueba y libéranos de todo pecado, o Virgen gloriosa y bendita”.


Fiesta de San José

jueves, 26 de septiembre de 2019

Fiesta de san Francisco de Asís

Francisco nació en Asís, Italia en 1181. Su padre era comerciante y su madre pertenecía a una familia noble.  Cuando Francisco tenía como unos veinte años, hubo pleitos y discordia entre las ciudades de Perugia y Asís. Francisco fue prisionero un año. Cuando recobró la libertad cayó gravemente enfermo.  Se dio cuenta que la batalla espiritual empieza por la mortificación y la victoria sobre los instintos. Un día se encontró con un leproso que le pedía una limosna y le dio un beso.

Visitaba y servía a los enfermos en los hospitales. Siempre, regalaba a los pobres sus vestidos, o el dinero que llevaba. Un día, una imagen de Jesucristo crucificado (El Cristo de San Damián), le habló y le pidió que reparara su Iglesia que estaba en ruinas. 





Decidió ir y vender su caballo y unas ropas de la tienda de su padre para tener dinero para arreglar la Iglesia de San Damián. Llegó ahí y le ofreció al padre su dinero y le pidió permiso para quedarse a vivir con él. El sacerdote le dijo que sí se podía quedar ahí, pero que no podía aceptar su dinero. Pasó algunos días en oración y ayuno. Regresó a su pueblo y estaba tan desfigurado y mal vestido que las gentes se burlaban de él como si fuese un loco.  

Su padre  ahí   le dijo que volviera a su casa o que renunciara a su herencia y le pagara el precio de los vestidos que había vendido de su tienda. San Francisco no tuvo problema en renunciar a la herencia y del dinero de los vestidos pero dijo que pertenecía a Dios y a los pobres. 

Su padre le obligó a ir con el obispo de Asís quien le sugirió devolver el dinero y tener confianza en Dios. San Francisco devolvió en ese momento la ropa que traía puesta para dársela a su padre ya que a él le pertenecía. El obispo regaló a San Francisco un viejo vestido de labrador que tenía al que San Francisco le puso una cruz con un trozo de tiza y se lo puso.

San Francisco partió buscando un lugar para establecerse. En un monasterio obtuvo limosna y trabajo como si fuera un mendigo. Unas personas le regalaron una túnica, un cinturón y unas sandalias que usó durante dos años.




Luego regresó a San Damián y fue a Asís para pedir limosna para reparar la Iglesia.  Una vez hechas las reparaciones de San Damián hizo lo mismo con la antigua Iglesia de San Pedro. Después se trasladó a una capillita llamada Porciúncula, de los benedictinos, que estaba en una llanura cerca de Asís.

 Era un sitio muy tranquilo que gustó mucho a San Francisco.
 Comenzó a hablar acerca de la penitencia. Sus palabras llegaban a los corazones de sus oyentes. Al saludar a alguien, le decía “La paz del Señor sea contigo”.

San Francisco tuvo muchos seguidores y algunos quisieron seguir sus pasos. Su primer discípulo fue Bernardo de Quintavalle que era un rico comerciante de Asís que vendió todo lo que tenía para darlo a los pobres. San Francisco les concedió hábitos a los dos en abril de 1209.  Cuando ya eran doce discípulos, San Francisco redactó una regla breve e informal que eran principalmente consejos evangélicos para alcanzar la perfección. Después de varios años se autorizó por el Papa Inocencio III la regla y les dio por misión predicar la penitencia.

La pobreza era el fundamento de su orden. San Francisco sólo llegó a recibir el diaconado porque se consideraba indigno del sacerdocio.  El número de compañeros del santo iba en aumento.

Santa Clara oyó predicar a San Francisco y decidió seguirlo en 1212. San Francisco consiguió que Santa Clara y sus compañeras se establecieran en San Damián. La oración de éstas hacía fecundo el trabajo de los franciscanos.


San Francisco dio a su orden el nombre de “Frailes Menores” ya que quería que fueran humildes.

En la Navidad de 1223 San Francisco construyó una especie de cueva en la que se representó por primera vez el nacimiento de Cristo y se celebró Misa. Él, es el "inventor de los belenes"





El 17 de Septiembre  1224  recibió los estigmas, señales de la Pasión de Cristo. Murió el 3 de Octubre de 1226 después de escuchar la Pasión de Cristo según San Juan.