Celebramos la fiesta del Cristo de Urda

El día 29  de Septiembre, celebramos la fiesta del Santísimo Cristo de la Vera-Cruz. El  Cristo de Urda

La víspera, el día 28 de Septiembre, a las 10,30h de la mañana, se traslada la Imagen del Cristo, desde su ermita, a la Parroquia de San Juan Bautista de la Localidad.

Y el día grande, el 29 de Septiembre, se celebra a las 11,00h  en la Parroquia,  la Solemne Eucaristía.

Tras la Eucaristía, tiene lugar  la procesión del Santísimo Cristo desde la Parroquia hasta su ermita.

Déjame Señor poner sobre tus huellas mis pies.

Porque en el camino, yo me voy cansando

y hacerlo cantando anima mi afán...

Y si al final yo me canso y te nombro

acercas el hombro y me llevas sobre él,

Tú, soportas mi carga ligera

mi cruz de madera y mi vaso de hiel.

La talla, es obra del imaginero Luis de Villoldo, creada en sus talleres de Toledo y entregada a la Real Archicofradía el 30 de junio de 1596.

CELEBRAMOS LA NATIVIDAD DE LA VIRGEN MARÍA.

El 8 de Septiembre, Villarrubia de los Ojos se viste de fiesta. Por todas partes en nuestra geografía comienza una semana de fiestas en honor de la Virgen, precisamente en la conmemoración de su nacimiento.   

"Celebramos con gozo el nacimiento de la Virgen María"

Cantamos de todo corazón la gloria de Cristo, en esta festividad del Nacimiento de la Virgen María... cuya vida ilustra de esplendor a toda la Iglesia... Por Ella, vino la salvación del mundo

Canten hoy, pues nacéis vos,

los ángeles, gran Señora,

y ensáyense, desde ahora,

para cuando nazca Dios.

Canten hoy pues a ver vienen

nacida su Reina bella,

que el fruto que esperan de Ella

es por quien la gracia tienen.

Digan, Señora de vos,

que habéis de ser su Señora,

y ensáyense, desde ahora,

para cuando nazca Dios.

Pues de aquí a catorce años,

que en buena hora cumpláis,

verán el bien que nos dais,

remedio de tantos daños.

Canten y digan, por vos,

que desde hoy tienen Señora,

y ensáyense desde ahora,

para cuando venga Dios.

Y nosotros que esperamos

que llegue pronto Belén,

preparemos también

el corazón y las manos.

Vete sembrando, Señora,

de paz nuestro corazón,

y ensayemos, desde ahora,

para cuando nazca Dios. Amén.